Los hermanos Iván y Yago Azpizua han pasado su infancia enfrentándose al mundo desde una posición marginal. Tras años de acoso escolar, la suerte de Iván cambia a los diecisiete años, cuando su cuerpo conquista una belleza repentina. Por su parte, Yago, con quince años, se refugia en su cuarto para bucear por Internet. Iván está decidido a triunfar como actor. Yago pone todos sus esfuerzos en esquivar cualquier contacto social mientras se instruye en técnicas de ciberseguridad. Los dos hermanos recorrerán los primeros años de juventud en una realidad a menudo hostil, en ocasiones misteriosa e imprevisible; un camino paralelo que les hará cuestionarse sus ideas sobre la vida.